Reflexiones para poner en acción: La radio comunitaria en Colombia1

Por: Sandra Liliana Osses Rivera, PHD

Desde principios de la década del noventa vengo buscando respuestas a un asunto que ha guiado mi trabajo de reflexión y acción en la comunicación. Se trata de un largo recorrido que no cesa y en el que sigo persiguiendo el sentido de lo comunitario como camino para pensar una comunicación que transforme, que configure territorios plenamente humanos, que fortalezca tejidos sociales y proponga vínculos que den sentido a la diversidad y fundamenten la dignidad.

En este camino me he encontrado con variadas formas de comprender el sentido de lo comunitario y reconocer aquellos medios que se autodenominan o son categorizados como “medios comunitarios de comunicación” desde sus prácticas y saberes cotidianos. Estas experiencias se enfrentan cotidianamente a retos tecnológicos, políticos, sociales y económicos que hacen que muchos de ellos se encuentren actualmente en una crisis fuertemente marcada por la incertidumbre en torno a su más grande desafío: asumir un rol protagónico en la construcción de un país capaz de lograr procesos de reconciliación y superar la guerra.

En Colombia el sector de los medios comunitarios y particularmente de la radio comunitaria han logrado conocidos avances en materia normativa que contrastan con una débil producción de conocimiento y con grandes dificultades de sostenibilidad. Adicionalmente, la emergencia de iniciativas insertas en nuevas matrices tecnológicas y la explosión de canales de comunicación unipersonal o de pequeños colectivos independientes hacen que sus móviles originales se pongan en cuestión. No obstante, varias voces han insistido en el importante papel que estos medios pueden jugar en la transformación que comenzó con el acuerdo logrado entre las FARC y el gobierno nacional, el cual debería continuar consolidándose.

En Colombia el sector de los medios comunitarios y particularmente de la radio comunitaria han logrado conocidos avances en materia normativa que contrastan con una débil producción de conocimiento y con grandes dificultades de sostenibilidad.

Este panorama hace urgente realizar una lectura crítica del estado de las radios comunitarias en Colombia hoy y reconocer el papel que pueden jugar en la construcción de paz y en la configuración de territorios comunicativos democráticos y creativos.

En este marco, el presente artículo pretende avanzar en una reflexión sobre la comunicación comunitaria en Colombia –particularmente de la radio comunitaria- orientada a analizar las tensiones existentes en el ejercicio cotidiano de los radialistas y las comunidades locales en que se insertan; situar los desafíos que enfrentan y aportar desde la reflexión teórica algunos elementos para la acción.

Pese a que se sigue afirmando que es escasa la producción académica sobre el tema, existe una profusión de trabajos que describen las experiencias concretas desde múltiples perspectivas, tal vez la carencia se encuentra en la dificultad que estos trabajos tienen para generar apuestas que permitan lograr mayor profundidad en la comprensión de este fenómeno e incidir directamente en las experiencias situadas.

Con este análisis como marco, he trabajado en una propuesta que pretende avanzar en el camino de profundizar la comprensión de los medios comunitarios, teniendo como centro la idea de sentido y buscando desprender la reflexión teórica de la marca normativa que es predominante, vinculándola mejor con la investigación empírica y las metodologías colaborativas que ubiquen a los sujetos de los medios en el centro de dicha comprensión. Así, retomo la idea de que las radios comunitarias implican procesos de mediación y mediatización por lo que es en sus estructuras y formas de auto-organización (su discurso radiofónico, su configuración tecnológica, su propuesta comunicativa, sus interacciones y redes, etc.) que se encuentra la construcción del sentido de lo comunitario que les confiere un carácter distintivo y una capacidad para adaptarse. Los saberes y prácticas que producen, el know-how (en el sentido de Varela) y su reflexividad son los elementos que podemos indagar y que dan paso a un primer intento de definición: “Las radios comunitarias son medios de comunicación, construidos como hechos socioculturales a través de acciones colectivas, que adquieren su sentido de acuerdo a la noción de lo comunitario que construyen emisores, receptores y actores sociales insertos en el mundo social en que se desarrollan, a partir de procesos continuos de comunicación y negociación. Son medios de comunicación producidos por actores que se encuentran en posición de asimetría dentro del sistema comunicacional y social, y son dirigidos a grupos que se identifican con esta colocación dentro de una compleja red de relaciones sociales”. (Osses, 2007: 77)

Esta definición se organiza sobre la construcción del sentido que producen las radios insertas en sus contextos propios, pero aún existe un espacio de externalidad que impide penetrar en el sentido profundo de las estructuras que las configuran y permiten su constante movimiento, lo que implica una mirada profunda de la construcción intersubjetiva de las radios comunitarias en procesos de emancipación, resistencia y vinculación con las apuestas cotidianas del sentido.

"Identifico una tensión entre el anclaje local y la reducción del sentido de lo comunitario. En la legislación colombiana, la comunidad se equipara a la noción de municipio, lo cual genera una reducción del sentido de lo comunitario que hace difícil que los protagonistas de las experiencias construyan sentidos diversos y logren una soberanía sobre los sistemas comunicativos locales."

Esta es una primera aproximación que abre múltiples cuestionamientos, pero en este caso funciona como provocación desde la que se plantea una aproximación a las tensiones que marcan la construcción de sentido de los medios comunitarios, particularmente la radio, hoy en Colombia, frente a una coyuntura específica que ya se ha mencionado. De estas tensiones, que propongo como provocaciones para la reflexión tanto académica como de los radialistas, destaco cuatro:

Una tensión entre la fortaleza histórica que confiere el hecho de que en Colombia se dio una de las experiencias referente de la comunicación comunitaria: Radio Sutatenza y el gran desconocimiento que las experiencias actuales tienen sobre su desarrollo. Esto hace que se convierta más en un mito fundacional que en un espacio de aprendizaje o una marca de identidad.

La segunda tensión se da entre los logros en materia normativa e institucional y la escasa capacidad de movilización. Aunque Colombia fue uno de los primeros países del continente en obtener un estatus legal para sus emisoras comunitarias, el movimiento que hizo posible dicho logro se ha desestructurado. Las experiencias se encuentran aisladas, existe poca comunicación entre los radialistas y la movilización en torno al derecho de la comunicación se ha minado, en gran medida, porque el día a día, el cumplimiento de la norma y la supervivencia les ha debilitado la capacidad de acción colectiva y, por tanto, de incidencia2.

En tercer lugar, identifico una tensión entre los recursos invertidos en capacitación y las capacidades técnicas puestas en acción en las experiencias. A pesar de que desde diferentes entes estatales, privados e internacionales se han realizado iniciativas de formación, el balance en términos de resultados no es el esperado y en los espacios de encuentro la demanda por mayor formación sigue estando en los primeros renglones de las necesidades de los medios comunitarios. La inversión contrasta con las bajas capacidades técnicas que demuestran muchas de las emisoras, lo que redunda en dificultades de gestión y penetración en las comunidades.

Identifico una tensión entre el anclaje local y la reducción del sentido de lo comunitario.

En la legislación colombiana, la comunidad se equipara a la noción de municipio, lo cual genera una reducción del sentido de lo comunitario que hace difícil que los protagonistas de las experiencias construyan sentidos diversos y logren una soberanía sobre los sistemas comunicativos locales. En últimas, esto redunda en dificultades para configurar territorios con sentido que se traduzcan en las apuestas radiofónicas y establecer relaciones cercanas con los públicos locales, desde proyectos comunicativos definidos.

Finalmente, existe una tensión entre la apuesta por la participación y la dificultad de interpelar los públicos, la cual, desde mi punto de vista, encuentra su origen en la visión prescriptiva (deber ser) de la radio comunitaria que propone una sola forma de ser y hacer que se convierte en una barrera para la formulación de proyectos comunicativos anclados en los territorios y abiertos a la creatividad.

Estas tensiones proponen múltiples cuestionamientos y pueden abrir líneas de acción para las emisoras y para todos los agentes que participan de una manera u otra en su gestión. Reconocerlas puede ser una puerta abierta a la posibilidad de construir con nuevo signo oportunidades para potenciar una realidad que cuenta con un proceso recorrido, con reconocimiento y legitimidad social. Pero, principalmente, constituye una posibilidad cierta de construir entramados mediáticos que funcionen como sistema circulatorio de la cultura de paz que es un desafío construir. Las radios comunitarias, y los medios comunitarios en general, configuran una infraestructura mediática que tiene la potencia de comunicar sentidos de transformación en la vida cotidiana de una sociedad que se encuentra enfrentada a la exigencia histórica del cambio, no desde lo discursivo o desde lo meramente formal sino desde los saberes y las prácticas cotidianas.

Tal como lo enseñó Freire, es necesario que sigamos construyendo en la doble vía de la reflexión y la acción, para no caer en el teoricismo ni en el activismo sin sentido. Esta es al mismo tiempo una invitación y una posibilidad cierta.


1 Este artículo retoma diversas elaboraciones desarrolladas y presentadas durante los últimos tres años en reflexiones y debates académicos articulados a análisis teóricos y proyectos situados de investigación.

2 En el texto “Configuración histórica y análisis de los procesos de legalización de los medios comunitarios en Colombia” se profundiza en la dinámica de movilización y acción colectiva, así como en los efectos de la normatividad en la práctica cotidiana de las radios.

Kivikuru, U. (1993) “Hacia el camino comunitario”. En Gumucio, A. y Tufte, T (comp.) (2008) Antología de la comunicación para el cambio social, Consorcio de Comunicación para cambio social, Bolivia. p.1054-1063.

Osses, S. (2002) Nuevos sentidos de lo comunitario: La radio comunitaria en Colombia. Tesis de maestría, FLACSO- México.

Osses, S. (2013) “Lo comunitario en las radios comunitarias: Sentidos en juego”, en Revista Campos, Vol. 1, No.1, Universidad Santo Tomás, Bogotá.

Osses, S. y Cornejo, V. (2016) “Configuración histórica y análisis de los procesos de legalización de los medios comunitarios en Colombia” en Sierra, F y Vallejo, R. (edit) Derecho a la comunicación. Procesos regulatorios y democracia en América Latina, CIESPAL, Quito.

Silverstone, R. (2004) ¿Por qué estudiar los medios? Amorrortu editores, Buenos Aires. Torres, A. (2014) El retorno a la comunidad, Editorial El Búho y Fundación CINDE, Bogotá.